Anfield fue hace año y medio el escenario de uno de los triunfos más icónicos del Atlético de Madrid en la Champions. Lejos de repetir hazaña, los de Simeone cayeron claramente esta noche y se complican su billete a los octavos de final. Antes de la primera parte el destino del partido ya estaba escrito con los goles de Jota y Mané y la roja directa a Felipe. Tras un inicio de segunda mitad que apuntaba a goleada, el Cholo sacó la bandera blanca y se blindó atrás. 2-0 y gracias. Dulce 'vendetta' de los de Klopp. El próximo partido contra el Milan en el Wanda sólo puede acabar en victoria.
La puesta en escena rojiblanca no fue mala del todo. Simeone repitió el mismo once y esquema que hace tres días le dio resultado contra el Betis, con los cambios obligados de Joao Félix y Felipe por los sancionados Griezmann y Savic. Se suele decir que lo que funciona no se toca, aunque hoy todo lo que ruló en el engranaje rojiblanco fue efímero y antes del cuarto de hora el Liverpool pegó su primer mordisco.
Alexander-Arnold la puso medida al corazón del área y ahí Jota batió a un Oblak vendido. Juraba en arameo el esloveno contra una defensa que estaba sin tensión y que poco después vio pasar el ciclón Mané. En él nació y acabó el 2-0, asistido de nuevo por un excelente Alexander-Arnold.
Otra roja directa
El inicio recordaba al del Metropolitano, aunque esta vez la reacción colchonera no llegó. En parte, porque se volvió a quedar con diez. Felipe derribó a Mané de forma clara y no se sabe muy bien si por la falta en sí o porque luego desplantó al colegiado, Danny Makkelie le mostró la roja directa. El final de la primera mitad y el arranque de la segunda fue una pesadilla aún peor. Oblak evitó los tantos de Salah y Jota al filo del asueto y en la reanudación repitió intervenciones de mérito de nuevo ante el egipcio.
El luso, por su parte, sí consiguió batirle de nuevo pero un milimétrico órsai validado por el VAR lo anuló. También intervino el videoarbitraje para borrar de la memoria el 2-1 de Suárez, que tuvo media y mojó gracias a un chut desviado por Matip. No obstante, el fuera de juego previo de Giménez frustró la jugada de estrategia.
NOTICIAS RELACIONADAS
A partir de entonces, con un Liverpool que iba a ocasión casi por minuto, Simeone firmó la paz. Retiró a Suarez, abucheado en su regreso a Anfield, y a Joao Félix para dar entrada a Herrera y Lodi. Su blindaje cortó la sangría para un Atleti que solo pudo acercarse al área de Alisson tras una pérdida de Thiago. La contra, finalizada por Herrera, terminó en nada. La lesión de Firmino fue la peor noticia para los de Klopp, que pasarán a octavos como líderes.