Aplastado en su presentación por el Leicester, el Brujas tira de historia para mantener el optimismo ante su viaje a Dinamarca, donde nunca ha perdido y donde empieza a jugarse su futuro en la Champions.
Una victoria y un empate alumbran las visitas del equipo belga al Copenhague, que abatió por 0-4 en la temporada 2014-15 y que le espera este martes dispuesto a darle un golpe quien sabe si definitivo en sus esperanzas de alcanzar los octavos de final.
El equipo dirigido por Staale Solbakken, invicto desde que comenzara la temporada y que lidera con comodidad la Liga danesa (25 puntos en 11 jornadas), afronta el duelo con la tranquilidad y empuje que le dio el empate en Oporto, donde dio muestra clara de no ser un simple convidado de piedra por debajo de los portugueses y del Leicester, apuntados como los aspirantes a copar las dos primeras plazas al acabar esta fase de grupos, y el objetivo de empezar a acabar con el las esperanzas del Brujas.
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El equipo belga, por su parte, después de haber ganado sus últimos tres partidos oficiales confía en dar un golpe de efecto y reengancharse a la pelea.