El Bayern pasa por momentos delicados. El pasado sábado sufrió en exceso para ganar al Augsburgo, que navega en la zona baja, con un solitario tanto de Robert Lewandowski en el tramo final del partido (1-0, 82').
Además de la derrota en el Estadio de La Cerámica (1-0), el club bávaro debe lidiar ahora para afrontar el partido de vuelta con el episodio de conflicto que envuelve a Leroy Sané y a su técnico, Julian Nagelsmann.
El extremo alemán fue sustituido en el minuto 65 de dicho encuentro liguero. Su reacción fue chocar la mano de su entrenador con desgana para posteriormente dirigirse al túnel de vestuarios, en vez de sentarse en el banquillo con el resto de suplentes.
Preguntado por ello en la rueda de prensa post partido, Nagelsmann quiso quitarle hierro al asunto. "Leroy está cabreado consigo mismo, ya no quiere ver ni ser visto. Hay que aceptar eso, no estoy enojado. Prefiero que se vaya al vestuario antes de que se enfade y se siente así en el banquillo. Eso tiene poco efecto. Entonces debería lidiar con su actuación si tiene algún problema con ella”, expresó el técnico germano.
NOTICIAS RELACIONADAS
Según apunta 'Bild', por otro lado, la tensión entre Nagelsmann y Sané viene también condicionada por algunas actitudes poco profesionales del futbolista, como llegar tarde a los entrenamientos o recibir varias multas por otros actos de indisciplina de menor importancia.