Era un autentico asedio del Manchester City al Real Madrid desde el pitido inicial del árbitro y solo Courtois estaba evitando que los de Guardiola mandaran desde mucho antes en el marcador.
Al Madrid le costaba enlazar más de dos pases consecutivos, algo que ha hecho desesperar a los jugadores blancos. Y el gol de Bernardo Silva, el primero del partido, no hizo más que hacer explotar a alguno de ellos, con Vinicius a la cabeza.
El brasileño se dirigió rápidamente hasta la zona de banquillos donde se encontraba Carlo Ancelotti para intentar encontrar la manera de que los blancos consiguieran estirar el equipo.
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El italiano miraba atónito las explicaciones de un Vinicius que gesticulaba de manera muy vehemente y con un enfado muy visible. Aunque tras el gol, la situación no ha cambiado en absoluto.