Con 1-0 en el marcador -después del estratosférico gol de Saúl Ñíguez- y el Bayern de Múnich acercándose al área del Atlético de Madrid en busca del gol del empate, llegó la primera jugada polémica del Atlético-Bayern de semifinales de Champions.
Un centro al área del Atlético que iba dirigido hacia la entrada de Arturo Vidal lo salió a despejar de puños Jan Oblak con tan mala fortuna que el portero impactó a la vez en el balón y en la cabeza del jugador chileno. Un golpe con el puño que bien pudo ser penalti si así lo hubiera indicado el colegiado del choque, el inglés Mark Clattenburg, que sin embargo decidió que el juego debía continuar.
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Los jugadores del Bayern protestaron levemente la jugada, aunque todo quedó en nada. Arturo Vidal tuvo que ser atendido por el equipo médico del conjunto alemán, pero pudo continuar jugando sin ningún tipo de problemas.