El Atlético de Madrid fue eliminado en los cuartos de final de la temporada 2014/2015 por el mismo Real Madrid, que le dejó con la miel en los labios en la final de la Champions disputada en Lisboa un año antes. Esta temporada 2015/2016 los colchoneros afrontan su cuarto reto en Champions de los últimos ocho años con el objetivo claro de volver a ser protagonista.
Tras asegurar su pase a los octavos como primero de grupo con una sonada victoria a domicilio ante el Benfica, el equipo de Simeone acude al cruce con el PSV con la etiqueta de favorito, por más que el campeón holandés diera el golpe dejando fuera de competición al Manchester United de Louis van Gaal.
“El Atlético de Madrid es uno de los mejores equipos de Europa. Nos ha tocado un rival muy difícil y va a ser un gran desafío para nosotros”, convino Philip Cocu apenas conocer el resultado del sorteo, en diciembre. “Tenemos que estar convencidos de nosotros mismos, pero está claro que enfrente estará uno de los favoritos”, resumió el entrenador del PSV.
El que fuera futbolista del Barcelona no ocultó en sus impresiones, al saber el cruce, que el Atlético está entre los candidatos al título. Quizá un peldaño por debajo de Barcelona, Bayern, Real Madrid o Juventus, pero a la altura del depauperado Chelsea, del irregular Manchester City o del creciente PSG. Quizá el equipo colchonero no tenga, en suma, una plantilla a la altura mediática de los demás pero suple cualquier deficiencia con el carácter que el Cholo ha trasladado al vestuario.
“Es un equipo muy competitivo y físicamente muy fuerte”, se reproduce alrededor de cualquier club europeo al hablar del Atlético. No tiene a Messi o Neymar; ni a Cristiano, Lewandowski, Agüero, Müller, Ibrahimovic, Özil o Pogba, pero cuenta con un grupo convencido de la fortaleza del colectivo. Y jugadores con un peso deportivo que les coloca ya en un escenario mediático a la altura de los grandes.
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Y ese carácter que le da derecho a soñar con la gloria que un remate de cabeza fuera de tiempo le arrancó de las manos en la final de Lisboa. Será que la historia está en deuda con el Atlético.