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Giorgi Gori no se ha mordido la lengua. El alcalde de la localidad de Bérgamo, una de las más castigadas por el COVID-19, concedió una entrevista vía redes sociales en la que señaló directamente como culpables a todo aquel que permitió la disputa del Atalanta-Valencia de Champions League.
"Si el virus ya circulaba, los cuarenta mil aficionados que acudieron a San Siro se contagiaron. Fue una bomba biológica. Nadie conocía que el virus ya estaba entre nosotros. Muchos vieron el encuentro en grupos y se contagiaron esa noche. El virus pasó de unos a otros", aseguró el edil bergamasco.
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Al margen de la afición, que acudió en masa a Milán, los jugadores también sufrieron las consecuencias de la nefasta decisión. El Valencia comunicó que el 35% de los integrantes del primer equipo ha contraído el coronavirus. Garay, Gayá y Mangala son los nombres que han trascendido a la opinión pública. El club ha preferido guardar el anonimato del resto. En las filas de la Dea, Sportiello, suplente en San Siro y titular en Mestalla, se ha revelado como el primer positivo del Atalanta.