El conjunto de Antonio Conte, que dejó en el banquillo, entre otros, a Quagliarella, Matri, Buffon, Marchisio o Pirlo, languideció durante gran parte del choque, aún afectado por el revés encajado el pasado martes ante el Bayern de Múnich en Champions League.
El partido solo se animó en la recta final, a partir de la expulsión del visitante Giuseppe Rizzo, que cometió un penalti que acabaría transformando Vucinic. El delantero montenegrino firmó poco después el segundo, que sentenció el choque a pesar de que el cuadro visitante, presionado por la amenaza del descenso, acortó diferencias por medio de Emmanuel Cascione.