La respuesta de la afición de Milan a la noticia de que el agente de Donnarumma, el polémico, Mino Raiola, quería rescindir su contrato de renovación alegando "violencia moral", fue contundente. Durante el partido de Coppa ante el Hellas Verona (3-0), desplegaron una pancarta muy ofensiva contra el guardameta.
"Violencia psicológica es cobrar seis millones al año y pagar el sueldo a un hermano parásito? Vete ya, la paciencia se acabó", era el durísimo mensaje de los tifosi, que durante el partido corearon: "Donnarumma, pedazo de mierda".
El guardameta, que antes del encuentro recibió todo el apoyo de sus compañeros, se derrumbó tras el final del encuentro recibiendo el consuelo del capitán Bonucci.
También el club, en principio molesto por su actuación y la de su representante, calmó los ánimos al ver que la situación se estaba saliendo de madre.
El director deportivo del Milán, Massimiliano Mirabelli, saltó a la palestra para decir que "Gigio jamás ha expresado su deseo de dejar el Milán. Sin duda, hay alguien que quiere inventarse cosas a propósito, pero protegeremos el club”.
Mino Raiola, el agente del jugador, era el centro de la diana del dirigente milanista, que aseguró que "no hay ninguna reunión prevista con Raiola. Donnarumma tiene contrato hasta 2021 y no hay más que hablar”
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Curiosamente, Mirabelli reconoció que “al principio me hizo gracia, pero la situación ya es seria”. Y concluyó asegurando que la salida del portero no sería fácil. “Tendrá que venir suplicándolo y entonces la venta se haría bajo nuestras condiciones. Hay una persona que está perjudicando nuestra imagen y la de nuestro club”.