La Roma goleó por 4-0 al modesto Lecce en una jornada marcada por el coronavirus. Siendo este uno de los pocos partidos que se pudo disputar en Italia, las gradas plasmaron el temor que recorre el país entero. No en vano se plantearon jugar el encuentro a puerta cerrada. Por suerte para los aficionados locales que acudieron a la cita, pudieron ver un gran partido de los suyos en el que Carles Pérez contibuyó con una asistencia en el último tanto del encuentro. De esta forma, los de Paulo Fonseca encadenan su segunda victoria consecutiva y deja atrás su crisis liguera. Con dos goles en cada mitad del partido, la Roma afianza su participación en Europa y mira de reojo los puestos de la zona Champions.
Con Pau López saliendo de titular y Carles Pérez en el banquillo, el partido empezó de cara para el conjunto local cuando Ünder, tras un robo de Mkhitaryan, adelantó a los suyos ganando un mano a mano a Vigorito cuando apenas pasaba un cuarto de hora de encuentro. Jugando a un fútbol de contraataques, los de Fonseca fueron letales para el juego visitante. No tardaron mucho en dejar clara su intención de redención al probar suerte Dzeko con un disparo que rechazó el guardameta del Lecce, pero que cazó Mkhitaryan para aumentar la ventaja antes del descanso. La jugada, que nació fruto de una carrera del goleador, hizo justicia al gran partido del armenio.
SIN CAMBIOS EN EL DESCANSO
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En la segunda mitad, más de lo mismo. El conjunto local seguía buscando el sumar tantos en el electrónico a costa de un Lecce pasivo y sin oportunidades. Justin Kluivert inició una gran jugada al superar la barrera rival y colar un pase al hueco buscando la carrera de Kolarov que éste pudo centrar para que Dzeko rematara con el tercero. Y Carles Pérez tuvo la oportunidad de dejar su sello en el partido dominando una gran jugada colectiva y finalizando la acción asistiendo a Kolarov en el cuarto tanto y definitivo. Parece que, poco a poco, Pérez va adaptándose a su nuevo equipo.