Zlatan Ibrahimovic desconoce el sabor de la derrota desde que regresó a Milán. Cinco partidos, un empate y cuatro victorias. La última, ante un Brescia que jamás bajó los brazos. El encuentro se resolvió en el segundo acto, con un gol del recién incorporado Rebic cuando peor lo pasaba el Milan. Sus tres goles en dos jornadas han valido los últimos seis puntos del cuadro 'rossoneri', que duerme en Europa.
Un derbi lombardo, por cierto, de absoluta cordialidad en las gradas por el histórico hermanamiento entre ambas aficiones. Volviendo al verde, impresiona cómo la llegada del sueco ha cambiado a este Milan. Le ha dado fortaleza mental y ha ayudado a Stefano Pioli a consolidar tanto un esquema como una identidad.
Dominio sin gol
Empezó mejor el Milan, buscando el arco de Joronen con un intento de Kessie y una acción de Ibra que pudo acabar en penalti por manos. Pronto reaccionó el Brescia, bravo. Adelantó líneas y pisó el área ‘rossonera’. El Milan no se arrugó, decidido a mandar. Theo, Bennacer y Calhanoglu se encontraban en la zona de creación. El cuero se movía rápido, siempre en vertical.
Y ante el mínimo símptoma de estancamiento, juego directo. Ya fuera desde la larga distancia, como en un zurdazo de Bennacer que se estrelló contra el lateral de la red. O con centros hacia Zlatan, que tuvo la más clara del primer acto en un cabezazo que Joronen salvó sobre la escuadra. El Milan estaba mejor colocado y recuperaba rápido el cuero, pero el gol no llegaba.
Se repuso el Brescia, que por poco no aprovechó los descuidos defensivos del Milan. Torregrossa, el más combativo de los atacantes locales, cabeceó libre de marca muy cerca del poste. Acto seguido, tras una pérdida de Theo, Donnarumma salvó un remate de Ayé pegado al palo.
La última ocasión antes del descanso fue ‘rossonera’. Hernández entró como un puñal por la banda izquierda y encontró en el área chica a Ibrahimovic, que la mandó fuera.
Sufrir y ganar
El Brescia reapareció como un huracán, con un Torregrossa estelar. Donnarumma paró tres disparos, el colegiado le anuló un gol y probó un remate de tijera que rozó el poste. Intentó coger aire el Milan en un tiro peligroso de Calhanoglu, pero los ‘rossoneri’ sufrían.
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Y cuando más contra las cuerdas parecían llegó el gol en un centro de Ibra que no supo rechazar la zaga local y Rebic, revulsivo también la anterior jornada, mandó a la red. Se fue arriba con todo el Brescia y el Milan hizo daño a la contra. Castillejo marcó el 0-2, anulado por orsay, y Theo disparó al palo. Al final, los tres puntos viajaron a San Siro.