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Ranieri debuta con victoria en el banquillo de la Roma

El Shaarawy y Schick firmaron los triunfos 'giallorossi' en la primera parte

La Loba mantiene viva la pugna con Milan e Inter por una plaza de Champions

Ranieri, durante su periplo en el banquillo del Fulham / | sport
Alba López

Tras el vendaval de resultados nefastos que acabó con los despidos de Eusebio Di Francesco y Monchi, recupera el pulso la Roma de la mano de Claudio Ranieri, quien se estrenó en el banquillo 'giallorossi' con un  triunfo ante el Empoli que permite a La Loba mantener el pulso con Milan e Inter por una plaza de Champions.

Saltó la Roma al Estadio Olímpico con la firme intención de dejar atrás los múltiples sinsabores que el equipo ha dado a su afición en las últimas semanas, marcadas por el desasosiego en la ciudad eterna.

El tanto de El Shaarawy cuando todavía no se habían cumplido los diez primeros minutos de juego sirvió para templar los ánimos en las gradas, pero la alegría fue efímera. El ex del Milan adelantó a los 'giallorossi' con un zapatazo desde la frontal del área que limpió las telas de araña instaladas en la escuadra de la portería de Dragowski, antesala del empate del Empoli con un gol en propia puerta de Juan Jesus a la salida de una falta lejanísima.

Volvía a pagar el equipo romano su falta de contundencia atrás, mal habitual a lo largo de esta temporada que se le está haciendo larguísima a una plantilla que sigue sin ofrecer soluciones defensivas a los problemas que le generan los rivales, sobre todo a balón parado. 

En esta ocasión, no obstante, hubo reacción 'giallorossi' y rebasada la media hora de juego Schick consiguió volver a poner tierra de por medio en el marcador gracias a una falta lateral botada por Florenzi que el delantero checo cabeceó en el segundo palo tras ganar la partida a su marcador en el aire.

 

Ya tras el descanso, Ranieri movió su banquillo y retiró del terreno de juego al prometedor Zaniolo, que no estaba teniendo su mejor noche, para dar minutos a Perotti. El argentino se dejó ver en sus primeras apariciones, pero después se fue difuminando al igual que el resto de sus compañeros en una segunda parte que a punto estuvo de acabar en tragedia tras la expulsión de Florenzi por doble amarilla a diez minutos del final y un gol anulado a Krunic a última hora a instancias del VAR por unas manos.