Sucedió en el partido que enfrentaba a la Lazio con el Nápoles y que vencieron los partenópeos por 3-0. Klose marcó con la mano el gol que hubiera supuesto el 0-1, pero tras ver que el colegiado concedía el tanto y las protestas airadas de los jugadores locales, pidió que se anulara porque no había sido logrado de manera legal. Un buen gesto que demuestra el 'fair play' del delantero alemán.
Así sucedió todo: