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De Ligt hace de Cristiano Ronaldo

Higuaín cambió el curso del partido y De Ligt se quitó un peso de encima marcando el gol decisivo en el choque vecinal.

Los de Walter Mazzarri fiaron su suerte a un Belotti que resultó ser una isla en medio del océano bianconero.

El central holandés ya sabe lo que es marcar y decidir en la Juve / | sport
Sergi Montes

La Juventus se dejó la fiesta de su 122 cumpleaños para la visita al vecino Torino… y lo celebró a lo grande. En el ‘Derby della Mole’, la Vecchia Signora volvió a castigar y a someter al ‘Toro’, que solo ha sacado un punto en sus diez últimos derbis ante los bianconeros. La entrada de Higuaín, decisiva, fue el acicate perfecto para el equipo de Sarri y De Ligt, redimido, le dio el triunfo al vigente campeín con un gol de córner. Un botín que le permite retomar el liderato tras el triunfo del Inter.

Un pelín infumable y menos tensa de lo esperado, la primera mitad deparó una lluvia de acciones esporádicas que prácticamente pasaron desapercibidas. Unas manos de De Ligt que pudieron ser señaladas como penalti, dos chispazos de Cristiano Ronaldo, un tiro alto de Meite tras una brillante acción del ‘Gallo’ Belotti, la jugada clásica de Dybala o dos remates muy claros en el área del central ex del Ajax y de Bonucci fueron el bagaje de unos 45 minutos puramente italianos. Físico, brega, intensidad y espacios los justos. El Toro se encerró bien aunque concedió peligro en su área, y de no ser por la actuación de Sirigu al descanso habría llegado palmando.

Ese orden casi inamovible quiso virar allá por el 55’. Sirigu, manopla abajo, le sacó al ‘Bicho’ el 0-1 en una contra juventina. El ‘Toro’ se animó, guiados por el omnipresente Belotti, pero al derbi le faltaba un pellizco mayor. Lo pudo producir Higuaín con una volea impresionante, rotunda, pero Sirigu volvió a responder. Pero tanto fue la Juve a la fuente que el derbi se acabó rompiendo. De Ligt, en el córner, remató sólo en área pequeña y silenció el Olímpico de Turín.

 

El Toro no se amilanó y tiró de orgullo, ante la falta de calidad, para encaramarse al área de la Vecchia Signora. Ansaldi y Verdi, doble y clara ocasión, obligaron a intervenir a Sczesny. No fue suficiente, el líder aguantó bien el resultado, como acostumbra desde hace ya ocho años en el calcio, y cantó victoria en el derbi de Turín.