Inesperado tropiezo de la Juventus ante el Sassuolo. La 'Vecchia Signora' agradeció incluso el empate. Encuentro para olvidar de las figuras 'bianconeri', en especial Matthijs de Ligt, alejado el neerlandés del defensor que se subastó ante media Europa.
Un triunfo del Inter ante el SPAL arrebataría el liderato turinés en favor de los de Antonio Conte.
Cuando tus estrellas no brillan, ya te puedes confesar. Y si a eso le unes un partido post-Champions y una gélida y lluviosa matinal en el Piamonte, ni recurrir al santoral te ayudará. Maurizio Sarri mascaba sin cesar su característica boquilla. Esa que le permite canalizar a la vez los nervios y el 'mono' por fumarse un pitillo. Mirando al cielo y buscando intervención divina.
Corría la hora de partido y su equipo palmaba. Con todo mérito. El gol de Bonucci había quedado en el limbo. El disparo mordido del central desde el balcón del área durmió en las mallas.
La reacción del Sassuolo, letal. Ni un minuto tardó Boga en sacar los colores a toda una leyenda como Gigi Buffon. Tremenda definición del marfileño, salvando la salida del portero con una 'picadita' deliciosa.
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El desastre se consumó tras el receso. Mal Cuadrado, fatal en la entrega De Ligt -¿se desinfla el hype?- y horrible Buffon. Caputo dejaba 'caput' a la Juve. No le quedó otra a Sarri que actuar. Dybala, se acabó tu descanso. Y la 'Joya' mejoró a la 'Signora'. El argentino forzó el penalti que transformó Ronaldo engañando a Turati. A sus 18 años recién cumplidos y en su estreno como verdinegro, el arquero impidió con sus intervenciones la remontada juventina. Madera de portero.