El Inter de Milan supo serle fiel a su historia y volvió a clasificarse para la Champions en detrimento de un Empoli que jugará en Segunda la temporada que viene. Un partido que tuvo de todo: goles, expulsiones y penaltis fallados, con los aficionados pegados a la radio para saber cuál iba a ser el destino de los nerazzurri: finalmente estarán en la Liga de Campeones acompañados por el debutante Atalanta, la Juve y el Nápoles. Además, alegría doble: el Milan se quedó fuera y tendrá que conformarse con la Europa League.
Con una primera parte llena de nervios y poco fútbol, fue la segunda mitad la que provocó la turbulencia en la clasificación tanto de puestos europeos como del descenso. La entrada de Keita Baldé dio frutos nada más pasados 6' de la reanudación.
El senegalés exBarça recibió cerca de la frontal y, tras un par de dribles, soltó un remate raso que se hizo imposible para Dragowski, dejando en ese momento a los suyos en Champions y al Empoli en la Serie B.
Tuvo la oportunidad de ampliar su ventaja el cuadro nerazzurro, además de ser un escenario propicio para que Icardi se reencontrara con el gol: un penalti. Pero Mauro fue víctima de todo el peso que ha caído sobre su figura por las polémicas de esta temporada y terminó mandándolo a la humanidad del guardameta, prolongando la agonía.
Además, justo después del cobro fallado por el argentino llegaría el tanto de Ucan que hasta ese momento salvaba al Empoli y dejaba a los de Spalletti fuera de la anhelada Liga de Campeones.
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Era el 76' y por delante quedaba poco más de un cuarto de hora que resultó infartante. Pero la calma llegó gracias a una conducción de Vecino que se estrelló en el palo y Nainggolan empujó en soledad. Gol, ventaja y garantía de poder jugar por 'La Orejona' el año que viene. El visitante, condenado a los infiernos de la segunda división.