El Inter volvió a las andadas. Los 'nerazzurri' se dejaron dos puntos en casa ante un Sassuolo ordenado y peleón que presentó más problemas de los esperados. Así, el cuadro lombardo corta con una racha de tres triunfos seguidos y concede al Nápoles una oportunidad inmejorable para poner tierra de por medio en la pugna por la segunda plaza.
Se trató de un desenlace inesperado, pues el primer acto vino marcado por un ritmo indomable y llegadas peligrosas a ambas áreas. Locatelli , Boateng y Berardi gozaron de ocasiones clarísimas para estrenar el marcado, pero les faltó puntería. La mismo mal que aquejó al Inter, que estuvo cerca de adelantarse por mediación de Perisic.
Segunda parte baja de ritmo y escasa de ideas. Sin fluidez entre líneas, el Inter no logró conectar con Icardi en zona de peligro y apenas exigió al guardameta 'neroverde'. Desde la consistencia defensiva, el Sassuolo no renunció al ataque y exigió a Handanovic en un testarazo de Boateng que el arquero salvó sobre la línea.
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Con el avance del crono y más coraje que criterio, el Inter fue embotellando al cuadro modenés. Lautaro, de cabeza, gozó de la oportunidad más clara para los lombardos. Aún y así, el Sassuolo pudo llevarse el gato al agua en los instantes finales, pero Boateng no acertó a rematar con Handanovic vencido y Bourabia disparó a bocajarro contra un zaguero. Al final, reparto de puntos que de poco sirve a los de Luciano Spalletti.