Como ya viene siendo costumbre esta temporada, Mauro Icardi volvió a salvar al Inter de Milán del bochorno al anotar un doblete que apuntilló a la Fiorentina que, tras un mal inicio, fue mejor que su rival cuando se quedó con diez por la expulsión de Gonzalo Rodríguez antes del descanso.
El equipo interista, que fue capaz de marcar tres goles en los primeros 19 minutos, perdió la concentración en el momento en el que se encontró en superioridad numérica. Esa fata de atención permitió al conjunto viola acortar distancias peligrosamente, con un gol en cada tiempo.
La tensión sobre el césped se hizo prácticamente insostenible ante la posibilidad de que el equipo de Paulo Sosa abochornase al Giuseppe Meazza, muy descontento con los jugadores de su equipo.
Pero cuando peor lo estaba pasando la escuadra de Stefano Pioli, volvió a aparecer el argentino Icardi para cerrar un partido que llegó a peligrar seriamente.
Icardi, que ya suma doce goles en 14 jornadas, volvió a ser de los pocos jugadores interistas que supieron estar a la altura.
Dos horas antes, Nápoles y Sassusolo empataron un partido que dejó descontento a todos. Un gol de Delfred a ocho minutos del final echó un jarro de agua fría sobre el equipo que dirige Maurizio Sarri en un partido que fue monopolizado por la escuadra azzurra.
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El conjunto napolitano, que se adelantó al borde del descanso con un tanto de Insigne, no supo sentenciar en las ocasiones que dispuso para lograrlo y pagó muy caro el conformismo que mostró en la recta final del encuentro y que le impide acercarse a la zona Champions.