Mauro Icardi se mantiene como uno de los jugadores de moda en Italia. Y eso, que debería ser una buena noticia para el Inter de Milán, su actual club, puede acabar convirtiéndose en una pesadilla. Por que el deseo de los milaneses de renovar al ex del FC Barcelona se topa con importantes obstáculos que, hoy en día, no parecen fáciles de solventar.
El Inter se enfrenta a dos problemas. El primero es que no tiene como afrontar el crecimiento mediático y económico de Mauro. Comprar sus derechos de imagen está fuera del alcance del club italiano, que deberá renunciar a ellos si quiere seguir contando con el jugador más importante de su equipo. En otras palabras, solo habrá renovación si Icardi se queda con el 100 por 100 de sus derechos de imagen. Y es que, entre otras cosas, el Inter también tiene las manos atadas por la normativa del Fair Play económico impuesto por la FIFA. Que el Inter de Milán se quedara sin los derechos de imagen de Icardi sería algo extraordinario si hablamos de grandes clubes europeos que, normalmente, utilizan ese valor para compensar las inversiones que hacen en los jugadores.
La verdad es que Icardi tiene muchos argumentos a la hora de negociar ya sea su renovación o el fichaje por algún otro equipo. Son argumentos deportivos (lleva 19 goles esta temporaday lucha con Tevez para ser el máximo goleador del Calcio), de marketing (su camiseta con el número 9 es la más vendida del Inter), sociales (tiene 1,65 millones de seguidores en las redes sociales) y de patrocinio (ingresa cada año tres millones de euros gracias a sus sponsors).
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Cuando el Inter le fichó de la Sampdoria, el valor de mercado de Icardi era de 15 millones de euros y actualmente ya está entre los 30 y los 35 millones. Eso lo deberán tener en cuenta los clubes que pueden estar interesados en su fichaje. Entre los que aparecen en el horizonte están el Chelsea (que la próxima temporada puede quedarse con Diego Costa como único "9" nato), el Manchester United (que parece más que difícil que ejerza la opción de compra sobre Falcao) o incluso un Real Madrid (que busca "competencia" para Benzema y, además, Florentino podría obtener con él unos buenos beneficios publicitarios).