El VAR no está siendo la solución a los escándalos arbitrales. La jornada 17 de la Serie A vivió un capítulo increíble en el Sampdoria-Sassuolo, que se resolvió con victoria visitante gracias a un solitario gol de Matri en el tiempo de descuento.
Corría el minuto 82, cuando el colegiado del encuentro, Claudio Gavillucci, señaló penalti a favor del Sassuolo.
El meta de la Sampdoria Viviano rechazó el lanzamiento de Politano. Hasta ahí, todo normal. El escándalo llegó a continuación.
El visitante Falarelli se disponía a remachar el rechace para convertir el 0-1, pero entonces apareció la figura de Lucas Torreira para evitarlo... con otro penalti clamoroso.
El centrocampista uruguayo de la Sampdoria evitó el gol atrapando el balón con las dos manos, una acción que pasó desapercibida para el árbitro.
Gavillucci no señaló el claro penalti y lo que es más grave, se negó a pedir la asistencia del VAR para revisar la jugada.
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El triunfo in extremis de los visitantes evitó que el error se convirtiera en un escándalo monumental.