Nuevo giro de guión en la pugna por el 'Scudetto' tras la lección de la Atalanta en San Siro (0-3). La 'Dea' dominó la medular, obstruyó al Milan e impuso su pegada. Romero abrió la lata a balón parado, Ilicic amplió la brecha de penalti y Zapata sentenció a la contra. El recién llegado Madzukic debutó en la segunda parte, pero no pudo evitar la derrota. Con todo, el tropiezo del Inter erige a los 'rossoneri' como campeones de invierno en solitario.
La sorpresa en el once 'rossonero' no fue el delantero croata, sino el también recién llegado Meïté. Todavía sin Çalhanoglu, Pioli antepuso el músculo del francomarfileño a la creatividad de Brahim. Con Bennacer también lesionado-, el Milan adoleció desde el inicio una sangrante falta de fluidez en la medular.
En la zona ancha empezó a ganar la Atalanta el partido. La asfixiante presión bergamasca obstruyó al 'Diavolo', que fue cediendo metros hasta encontrarse encerrado en campo propio. Con Ilicic moviendo los hilos entre líneas, la 'Dea' dio sus primeros avisos por mediación de Hateboer. Un puñal en banda derecha, disparó cerca del poste y Donnarumma le sacó de milagro un potente centro-chut.
El gol bergamasco estaba al caer. Ilicic disparó rozando al palo y, a renglón seguido, llegó el merecido premio. Romero ganó la espalda al tierno Kalulu en servicio un de falta frontal y cabeceó en plancha por debajo de Donnarumma. Desorientado, el Milan no supo reaccionar y aun el arquero evitó el 0-2 en una falta directa. La única ocasión 'rossonera' antes del asueto, un remate de Ibra a balón parado.
Pioli reaccionó al descanso e introdujo a Brahim por el desacertado Meïté. Pero antes de que el malagueño pudiera incidir en el duelo, un descuido defensivo acabó con Ilicic en el punto de penalti. Donnarumma adivinó la trayectoria, pero el esloveno no perdonó. Nada le salía bien al Milan, que perdió a Kalulu por lesión. Ausentes Gabbia y Romagnoli, tuvo que salir Musacchio.
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Con Ibra anulado y sin luces en la sala de máquinas, el Milan sufrió el acoso bergamasco al espacio. Ilicic y Zapata perdonaron la sentencia. Pioli apeló a la pólvora de Rebic y Mandzukic. Pareció funcionar. En su primer balón, el debutante casi batió a Gollini. Pero ahí acabó la reacción. Avisó Zapata con un cabezazo al palo y, acto seguido, marcó el 0-3 al contraataque. Ya son 10 los partidos que la 'Dea' encadena sin perder en Serie A.