El Nápoles empezó este sábado la nueva temporada de la Serie A italiana (Primera División) con un triunfo por 3-1 en el campo del Hellas Verona, en una primera jornada en la que el vigente campeón Juventus se impuso por 3-0 al Cagliari.
El conjunto napolitano, que llegaba al estadio Bentegodi tras ganar 2-0 al Niza la ida de la fase previa de la Liga de Campeones, goleó gracias a un tanto en propia puerta del francés Samuel Souprayen y a los tantos del polaco Arkadiusz Milik y del argelino Faouzi Ghoulam.
El equipo que entrena Maurizio Sarri disputó un partido positivo y solo sufrió en los últimos cinco minutos, cuando se quedó con diez y recibió el gol del definitivo 3-1, anotado de penalti por Giampaolo Pazzini.
Tras 30 minutos en los que el Verona logró contener los ataques del Nápoles, el equilibrio se rompió en el 32, cuando el defensa Souprayen marcó en propia puerta tras un saque de esquina lanzado por el español José Callejón.
De allí, los napolitanos tomaron el mando de juego y ampliaron distancias antes del descanso gracias a Milik, que culminó un gran contragolpe liderado por Lorenzo Insigne con un derechazo cruzado que no dio opción al arquero (m.39).
En la reanudación, el conjunto que entrena Maurizio Sarri puso el 3-0 en el marcador gracias a Ghoulam y controló los ritmos hasta el 83, cuando concedió un penalti al Verona y se quedó con diez hombres por la expulsión al albanés Elseid Hysaj.
Giampaolo Pazzini transformó desde los once metros y lideró la reacción de los locales, que hasta rozaron el gol del 2-3 con un cabezazo del uruguayo Martín Cáceres.
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Pese al sufrimiento final, los napolitanos salieron del Bentegodi con tres puntos que le dan confianza de cara a sus ambiciones de poder pelear este año por un título nacional que le falta desde 1990.