Que en el fútbol profesional se cuidan cada vez más los detalles es una evidencia, y el tema de la alimentación de los jugadores no es secundario. Si no, que se lo pregunten a Melvyn Lorenzen, un joven delantero alemán del Werder Bremen, que a sus 20 años se quedó sin jugar el último fin de semana con el equipo sub 23 cuando se disponía a viajar con el resto de sus compañeros para jugar contra el Erfurt.
Lorenzen llegó a la hora citada por el entrenador con un enorme bocadillo repleto de fiambre, motivo por el cual el técnico, Alexander Nouri, le excluyó automáticamente de la convocatoria y lo mandó de regreso a casa. Lorenzen acababa de cruzar una de las líneas rojas marcadas por el entrenador, que cuida rigurosamente la dieta de sus pupilos.
El incidente fue confirmado por el mánager del Werder, Thomas Eichin, al diario 'Bild', alegando que para el club de Bremen "la nutrición es muy importante". "Estas son cosas que no son aceptables", dijo en referencia al comportamiento de Lorenzen.
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Con contrato hasta junio de 2017, Melvyn Lorenzen alterna el sub 23 del Werder Bremen con el primer equipo, con el que ha tenido esporádicas apariciones en las tres últimas temporadas. De él se dice que puede llegar a convertirse en un gran jugador.