Partido plácido para el Inter de Antonio Conte que encarriló la victoria en la primera mitad con el 2-0 al descanso. La superioridad de Lukaku en ataque y el gran partido de Achraf por la derecha sobrepasaron a un Bologna con muchas dificultades en defensa pese a jugar con tres centrales.
El Inter parece haber establecido la velocidad de crucero en la Serie A, y las dudas del inicio de temporada suenan a pasado lejano. El encuentro frente al Bologna fue el paradigma claro de lo que pide Conte a sus equipos. El conjunto interino salió en tromba y dominó la primera parte de principio a fin. Pese a la igualdad de sistemas, Achraf y Perisic desbordaron contínuamente por banda y tanto Brozovic, como Vidal y Gaglardini dominaron los tempos del juego con una gran intensidad, tanto en ataque como en defensa.
Lukaku adelantó al Inter tras despojarse de su rival, al límite de la falta, y Achraf puso el 2-0 en el marcador al filo del descanso al aprovechar un servicio sublime al espacio de Brozovic. En la segunda mitad, apareció el Inter más "Conterizado". Al más puro estilo de su entrenador, cedió el dominio al Bologna, que le superó claramente en la posesión, y se limitó a juntar líneas e intentar aprovechar algún contraataque.
El gol visitante de Vignato tras un desajuste de la defensa del Inter parecía sembrar algunas dudas en el Giuseppe Meazza. Pero nada más lejos de la realidad. Solo tres minutos después, de nuevo Achraf, sentenció el encuentro. El ex del Madrid es letal a campo abierto, y en un contraataque, se fue de su rival en una poderosa conducción desde la derecha hacia la frontal del área y ajustó su disparo raso a la cepa del poste.
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