"Conseguí el objetivo que tenía desde hace un año. Mi vida ha vuelto a la normalidad. Estoy feliz, el reto que tenía era este. Ahora es empezar otra vez de cero", declaró Thiago tras haber vuelto a jugar después de 371 días de baja.
El centrocampista confesó que durante todo ese tiempo pasó por momentos muy duros.
"Dormir era lo único que me reconfortaba. Pasaba todo el día con la mano en la rodilla, incluso el hecho de ir a la cama me molestaba porque el simple hecho de mover las sábanas me recordaba lo de la rodilla. Cuando me ponía a dormir era cuando tenía paz", afirmó Thiago.
El ex jugador del Barcelona quiso agradecer al doctor Ramón Cugat, que le ayudó en la recuperación de su lesión.
"Es el mejor traumatólogo del mundo. Pero también el mejor psicólogo. Pasó horas y domingos para estar conmigo y poder ver no solo cómo estaba mi rodilla sino también mi cabeza. Hizo un trabajo fantástico, creyó en mi recuperación en todo momento", destacó el centrocampista.
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