El colista Paderborn sumó un punto insuficiente para sus aspiraciones de mantener la categoría, frontera que aún le queda muy lejos. El equipo de Baumgart hizo un buen partido pero sólo le alcanzó para mantener su portería a cero frente a un Augsburgo que se mostró espeso y errático.
Comenzó mandando el Augsburgo con un gran juego colectivo buscando con paciencia algún hueco en la defensa visitante. El local Löwen dispuso de la primera oportunidad a balón parado ejecutando un libre directo de media distancia, pero su tiro se va por encima del larguero.
El Paderborn se estiró en el ecuador del primer período aunque bombeando balones y sin demasiado peligro hasta que estuvo a punto de adelantarse cuando Gerrit Holtmann no aprovecha una gran ocasión al rematar a puerta desde el borde del área. Andreas Luthe, en una intervención formidable, detuvo el balón.
La réplica del Augsburgo fue a cuenta de Daniel Baier, quien recibió un pase preciso al borde del área para a continuación lanzar un disparo raso cerca del poste izquierdo. Su remate fue detenido con una gran intervención por parte de Zingerle. Rubén Vargas dispondría de otra gran oportunidad en una fase en la que el equipo de Herrlich tuvo más presencia en el área contraria y Löwen tendría la última en el último minuto pero su disparo salió por encima del larguero.
Tras el descanso, salieron ambos equipos con un ritmo alto y sin especular. Niederlechner y Vargas se asociaron para crear la primera ocasión de los locales, pero no terminaron de entenderse. Por parte del Paderborn, Gerrit Holtmann, sin duda su jugador más peligroso, desperdició una buena ocasión al rematar al primer toque desde media distancia estrellarse su remate en el poste izquierdo. Sorprendentemente Holtmann fue reemplazado por Proger.
Después de un intercambio de golpes sería el Paderborn el que disfrutaría de una buena ocasión con un remate de Michel que obligó a Luthe a una fantástica intervención.
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Lo intentaban los dos equipos, que no se conformaban con el empate, pero no encontraban la manera de sorprender a su rival. Sarenren-Bazee tuvo el gol pero se lo arrebató Zingerle a tres para el final y después sería Gruezo el que remató junto al poste en la que fue la última oportunidad.