Triunfo con sabor español para el Leipzig. La conexión Dani Olmo-Angeliño desatascó un partido que se le había puesto cuesta arriba a un Leipzig que se encontró un muro en el Stuttgart. Un planteamiento defensivo que desarmó a los toros en la primera mitad donde incluso fallaron un penalti. Todo quedó en un susto.
El Stuttgart le comió la tostada al Leipzig en la primera mitad. El 4-4-2 propuesto por Nagelsmann no funcionó y cayó en la trampa defensiva de los 'die roten'. Atrapados y sin ideas arriba, el entramado de jugadores atrás vivía cómodo sin ocasiones claras del Leipzig.
Solo un regalo entre Stenzel y y el colegiado en forma de penalti supuso el mayor susto para el conjunto local. Forsberg, objeto del penalti, no pudo transformar a pena máxima. Entre la pierna de Gregor Kobel y el travesaño evitaron el primer tanto del partido. Era vida para los de Nagelsmann.
Aprendieron de los errores los toros en la segunda mitad y empezaron a generar ocasiones. Más fluidez en el juego y la conexión española funcionó de nuevo en la Bundesliga. Un centro de Angeliño lo recogió Dani Olmo para poner un 0-1 que era un alivio para el Leipzig. El muro del Stuttgart finalmente cayó.
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Con la ventaja en el marcador el Leipzig se hizo amo y señor del partido. Pudieron caer más pero el gol de Dani Olmo fue suficiente. El Stuttgart, cuando le tocó atacar no pudo conectar con la zona ofensiva. Demasiado encerrados. Ir a por el punto no les salió bien. El Leipzig es nuevo líder de la Bundesliga. Como mínimo hasta que mañana juegue el Bayern.