La moneda cayó de canto en la Selva Negra. En un duelo disputado y muy abierto, Friburgo y Borussia Mönchengladbach se repartieron los puntos (2-2), un resultado que no deja del todo satisfecho al cuadro de Marco Rose. Siembran dudas los suyos antes del trascendental encuentro del miércoles en Valdebebas ante el Real Madrid, con el pase a octavos en juego.
Pensando en la Champions, el técnico dio descanso a algunas de sus piezas habituales. Eso sí, el once que presentó era más que viable para lograr la victoria ante un Friburgo que no gana desde la jornada inaugural. Holer puso las ocasiones pero el primero en golpear fue Embolo. Una buena combinación ofensiva con Stindl dejó al ex del Schalke y Basilea en posición franca para cruzar su remate al fondo de las mallas.
El Friburgo nunca le perdió la cara al duelo y encontró el empate pasada la media hora merced a Lienhart, que desvió con la testa un remate de tijera de Santamaria. Schlotterbeck, también de cabeza, pudo voltearlo antes del asueto.
Tuvo que esperar el conjunto de Christian Streich a después de la reanudación para ponerse por delante. Contó con la colaboración de Lainer, que derribó a Hofler después de su incansable lucha por meterse en el área. Grifo no perdonó desde los once metros y el ‘Gladbach estaba obligado a reaccionar.
Lo leyó bien Plea, que solo un minuto después volvió a igualar el encuentro con un golazo desde más allá de la frontal. Müller hizo la estatua. A partir de entonces, las ocasiones se empezaron a suceder en ambas porterías sin que ninguno encontrara el premio. Wendt y Herrmann tuvieron las más claras de los ‘borussers’ mientras que Grifo, que topó con el palo, y Sallai, que lo hizo con Sommer, tampoco convirtieron las llegadas del Friburgo.
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Con este empate, el Mönchengladbach sigue sin ganar en el Schwarzwald-Stadion. No lo hace desde un lejano 10 de diciembre de 2007 (1-3), cuando estaban en segunda división. Lo demás, dos tablas y nueve derrotas.