La mala fortuna volvió a cebarse con Marco Reus. Corría el minuto 28 de partido cuando el capitán del Borussia Dortmund sufrió una dolorosa entrada en el tobillo que le obligó a retirarse del Signal Iduna Park en camilla. El alemán, roto anímicamente, abandonó el estadio con lágrimas en los ojos, sabiendo que probablemente se pierda la próxima cita mundialista.
De confirmarse los peores pronósticos, Marco Reus no participará en el mundial de Catar. No será la primera vez que se pierde una gran cita a nivel de selecciones por lesión, ya que hasta la fecha tan solo ha podido participar en el Mundial de Rusia 2018. Especialmente dolorosa fue su ausencia en Brasil 2014, pues llegaba en su mejor momento de forma. Por desgracia, sufrió un desgarro del ligamento externo de su tobillo a las puertas de la gran cita, en un amistoso contra Armenia.
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Cuando parecía haber superado definitivamente sus problemas con las lesiones, el derbi del Ruhr despertó a los fantasmas del pasado. El internacional germano acumulaba una temporada y media en la que por fin había alcanzado la ansiada continuidad, y su ausencia de la pasada Eurocopa respondió más a la prudencia que a una necesidad imperante. Sin embargo, las imágenes del partido ante el Schalke no invitan al optimismo.