El Dortmund pasa por una seria depresión en uno de los momentos más importantes de la temporada. Empataron ante el Eintracht, eliminados ante el Werder Bremen en la copa alemana y ahora ceden dos puntos tras ir ganando 3-0 a falta de 15 minutos para el final. Una locura que solo puede entenderse en el contexto de dudas en el que navega el conjunto de Lucien Favre.
Tras un inicio donde el Hoffenheim fue superior, el Dortmund acabó entrando en el partido y tomó las riendas sobre el césped. Lo hizo de la mano de Jadon Sancho, que completó una de sus mejores primeras parte que se le recuerda y llevó al BVB a prácticamente finiquitar el partido antes del descanso.
El joven inglés marcó en primera instancia uno de los goles más extraños de esta temporada, pese a que fue anulado instantes después tras entrar el VAR a revisarlo. Tras una buena jugada individual donde combinó con dos paredes para plantarse al borde del área, soltó el disparo y tras un mal rechace del central visitante, el balón impactó en su cuerpo y cruzó la línea de gol. Estorbó Götze en la jugada que se encontraba en posición antirreglamentaria y el gol no subió al marcador.
A la primera no pudo ser pero sí a la segunda. Pasada la media hora de juego el joven extremo de tan solo 18 años, aprovechó el pase filtrado de Pisczcek para definir cruzadita, rasita aprovechando el bote rápido del césped mojado por la lluvia. Un golazo. El Dortmund conseguía adelantarse y Achraf a cinco para el descanso la tuvo para el 2-0. No fue el lateral cedido por el Real Madrid sino Götze quien antes del descanso, y tras un disparo de Jadon mal rechazado por Baumann, quien ponía tierra de por medio.
Salió demasiado relajado el Borussia en la segunda mitad y casi lo paga caro. Bürki, que estuvo en duda hasta el último momento del partido, realizó dos paradas providenciales que evitaron que el partido tomara vida de nuevo. Prácticamente en la primera para el BVB en la segunda mitad, sentenció. Un gol que nació de las botas de Jadon, de la asistencia de Götze y de la llegada desde segunda línea de Guerreiro. Se acababa el nerviosismo, o eso parecía.
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Todavía pudo marcar otro gol Sancho pero se topó con la madera. El Hoffenheim no se arrugó y anotó el 3-1 a 15 minutos para el final y puso de nuevo el miedo en el cuerpo anotando el 3-2 Kaderabek en los últimos compases del partido. La locura se hacia realidad cuando tocando a los minutos de descuento, Beldofil, ponía el 3-3 en el marcador. El Signal enmudeció. El Bayern, que arranca su partido a partir de las 18:30h, puede poner la diferencia a tan solo cinco puntos. Ni Jadon fue suficiente para sacar al Dortmund de la depresión.