El Hoffenheim debía ganar si no quería despedir sus opciones de entrar en la Europa League la temporada que viene y no falló. El rival era directo, el propietario de esa sexta plaza tan deseada por los demás equipos, el Bayer Leverkusen. Decepcionó y estuvo superado por el conjunto local durante todo el partido.
Arrancó muy metido en el partido el Hoffenheim que vio como en el minuto 10 de partido se adelantaba en el marcador. Una excelente jugada individual de Kramaric por banda izquierda propició un agujero en la defensa del Bayer que vio como Belfodil, demasiado solo, remató a gol desde la frontal del área. El delirio se apoderaba del Rhein-Neckar-Arena.
Reaccionó bien al gol el Leverkusen porque apenas siete minutos después ponía las tablas de nuevo en el luminoso. Un centro delicioso de Brandt, medido a la cabeza de Volland no lo desaprovechó el delantero del Bayer para batir a Baumann. Jarro de agua fría para los locales. El Hoffenheim fue superior y las ocasiones más claras las monopolizaron el conjunto de Nagelsmann que vieron como el colegiado les anulaba el 2-1 por posición antirreglamentaria de Belfodil cuando se cumplía la media hora de juego.
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La superioridad en la primera mitad también se plasmó en la segunda donde el conjunto local acabó derribando la resistencia del Leverkusen. En el 51' Bender desvió el disparo y con mala fortuna se transformó en un autogol clave. La moral de los de Nagelsmann fue en aumento y pusieron la puntilla a media hora para el final con dos goles más de Belfodil, protagonista absoluto del encuentro. Europa más cerca que nunca para el Hoffenheim.