El útbol vuelve a ser caprichoso. Un ‘gunner’ pasándole la mano por la cara a su odiado rival. Un ex del Arsenal tumbando al Tottenham en Europa. Parece que estuviera escrito en algún sueño de un aficionado del Emirates. Pero la realidad superó con creces a la ficción. Gnabry se marchó de Londres siendo muy joven en busca de los minutos que Wenger no le podía conceder.
Todos conocían su potencial pero por aquel entonces el técnico francés tenía muy complicado concederle protagonismo. Así pues, el joven alemán se marchó a Alemania, al Werder Bremen, para acabar su proceso de formación. Ni un año tardó. Y es que al final de aquella temporada 16/17, el Bayern vino a por él.
Lo dejó una campaña fogueándose en el Hoffenheim y llegó al Allianz Arena tras un auténtico temporadón con Nagelsmann en el banquillo. De hecho, llegó a Baviera para ser el relevo de Robben y Ribéry y cumplió con las expectativas. Junto a Coman y Lewandowski formó una tripleta atacante letal que terminó decidiendo la Bundesliga a su favor.
Y en este inicio de temporada ya vuelve a ser decisivo. Con la polivalencia de poder jugar en ambos costados, Gnabry es pieza indiscutible en este Bayern y Kovac tiene un seguro de vida. Desborde, regate y mucho gol al servicio de un equipo que comienza a carburar en liga, pero, sobre todo, en Champions.
“El norte de Londres es rojo”
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La exhibición del conjunto bávaro en el Tottenham Hotspur Stadium es para enmarcar. Todos remaron en la misma dirección, sobresaliendo Gnabry con ese póker. Con el duelo ya finalizado, el joven alemán de 24 años añadió más leña al fuego: “El norte de Londres es rojo”. El extremo no olvida sus orígenes ‘gunners’. No podía tener un mejor escenario para poner Europa en pie.