No ha empezado nada mal la temporada para el nuevo Borussia Dortmund de Peter Bosz. Líderes, con tres victorias y un empate, y sin haber recibido un solo gol. Solo el Barça, con uno en las mimas jornadas, y el Porto, con uno en seis partidos, son los primeros clasificados que más se le acercan en este inicio de temporada. En apenas cuatro jornadas, los de Marc Bartra han mostrado un gran solvencia atrás debido, sobre todo, al nuevo estilo implantado por el técnico holandés y su segundo, el catalán y ex director de La Masía, Albert Capellas.
Ambos han conseguido, en poco tiempo, que el Dortmund practique un juego de posición bastante académico, rompiendo definitivamente con el excesivo descontrol que potenciaba Thomas Tuchel o el vértigo de la era Jürgen Klopp. "Sin una buena defensa no se pueden ganar títulos. Es un factor importante", reconoció ayer el mismo Bosz.
Y no le falta razón. Desde 2012, cuando ganaron su última Bundesliga, el Dortmund ha recibido más del doble de goles (196) que el Bayern de Múnich (98). Al salir desde atrás con más paciencia, encadenar una mayor secuencias de pases que permitan asentar al equipo en campo contrario con superioridad y recuperar siempre lejos de su área, los de Bosz solo han recibido 6,5 tiros de media esta temporada (el mejor registro). Atacar bien para defender mejor.
UN RÉCORD A PUNTO
Por si fuera poco, el Dortmund podría establecer este miércoles un nuevo récord del club que permanece intacto desde la temporada 2001/02. En aquella edición de la Bundesliga, que terminaron ganando, el BVB no recibió ningún gol en los primeros cuatro partidos, encajando el primero a los 21 minutos de su duelo ante el Bayern en la quinta jornada.
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De esta forma, si mantienen su portería a cero en los primeros 22 minutos de su partido ante el Hamburgo, el BVB firmaría el mejor arranque de su historia en lo que a imbatibilidad se refiere.