Ocurrió el pasado 6 de abril, durante el encuentro entre Augsburgo y Mainz 05, correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Bundesliga. El conjunto local se llevó la victoria (2-1) en un partido que pasará a la historia por un gesto totalmente nuevo en la categoría de oro alemana y que nada tiene que ver con lo deportivo. El árbitro del choque, Matthias Jöllenbeck, interrumpió el juego unos minutos cuando se ocultó el sol para que un jugador musulmán (el capitán del Mainz 05, Moussa Niakhaté) pudiera romper el ayuno por el Ramadán.
De hecho, en algunos partidos de la Bundesliga de este pasado fin de semana, los árbitros volvieron a brindar a los jugadores musulmanes un descanso para poder ingerir líquidos. El colegiado Bastian Dankert, encargado de dirigir el RB Leipzig - Hoffenheim (3-0) del pasado domingo, concedió unos minutos para hidratarse al defensor del conjunto local, Mohamed Siamakan.
LA FEDERACIÓN ALEMANA, A FAVOR DE ESTA INICIATIVA
Estas decisiones arbitrales han gustado en la Federación Alemana de Fútbol, que ha anunciado este lunes que dará su apoyo para que los árbitros concedan descansos para beber a los jugadores musulmanes durante el mes de ayuno del Ramadán: "No hay ninguna instrucción general al respecto, pero por supuesto apoyamos que nuestros árbitros permitan esas pausas para beber durante el Ramadán a petición de los jugadores", ha dicho el director general de comunicación del Comité Arbitral Alemán, Lutz Michael Fröhlich.
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El Ramadán, que comenzó el pasado 1 de abril y que concluye el próximo 1 de mayo, es el mes sagrado de ayuno para los musulmanes. Durante ese período, muchos fieles renuncian a comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales desde la salida hasta la puesta del sol.