No hizo falta ni poner la cuarta marcha. Con la tercera fue más que suficiente. El Bayern jugó más lento que nunca, al trantrán, con una parsimonia asombrosa, sabedor de todo lo que viene esta próxima semana. Y le sirvió. De sobras. Salzburgo y Dortmund esperan, así que los bávaros usaron un par de ocasiones para finiquitar el partido y no tener que sudar demasiado. Al final, Drexler recortó distancias pero de poco le sirvió al Colonia. Los titulares del Bayern llegarán a una semana clave descansados.
Sin Tolisso ni Davies, por sanción y lesión, Flick decidió dejar fuera de la convocatoria a Lewandowski y Goretzka y en el banquillo a Alaba, Coman y Lucas Hernández. Declaración de intenciones. El Colonia inició el duelo apretando arriba, pero rápidamente iba a replegar líneas. El Bayern empezó a dominar y sin quererlo se encontró con unas manos en el área que Müller no iba a perdonar desde el punto de penalti. A partir de ahí, la parsimonia bávara. Ni atacar ni dejarse atacar. El rival no opuso resistencia y los bávaros tocaron y tocaron hasta que al borde del descanso Gnabry aprovechó la única contra hasta el momento para abrir la brecha.
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En la reanudación, mantuvo el dominio el Bayern, aunque bajó más si cabe su marcha y el Colonia hizo un pequeño intento de remotar con un cabezazo de Jakobs, el mejor de los locales. Le costó horrores salir de atrás, pero en la segunda que tuvo el cuadro de Gisdol fue para dentro. Drexler desvió un remate para descolocar a Neuer. Puso algo de miedo en el cuerpo del Bayern el Colonia, aunque no le fue suficiente. Los bávaros lo tenían todo controlado.