Yerry Mina mostró con la selección Colombia razones de sobra para ser el líder de la zaga de Pékerman. A pesar de no contar con muchas chances en el equipo de Valverde, el de Guachené fue uno de los brazos que sacó a su selección del fondo en el que los sumió Francia con el 2-0 inicial, y aportó su temple y categoría para voltear el marcador y celebrar un histórico 2-3 en el Stade de France.
Al frente tenía a sus compañeros Digne, Dembélé y Umtiti. Justamente con este último se generó un 'pique' particular: el francés le aseguró a Mina que Colombia no podía ganar en Europa, y su comentario no gustó mucho a los aficionados cafeteros.
Mina hizo pareja con otro joven portento: Dávinson Sánchez. Sin embargo, el del Tottenham y el bueno de Yerry no la pasaron nada bien durante la primera parte. Mbappé, Griezmann y Lemar parecían flechas que caían constantemente sobre el arco de David Ospina, lo que hizo ver en muchas dificultades a la zaga amarilla.
El gol de Muriel para descontar fue la luz que necesitaban los sudamericanos, que finalmente se montaron en el partido y salieron a la segunda parte a comerse a los galos. Y lo consiguieron gracias a la combinación James-Falcao y a una pena máxima cometida por Umtiti que Juan Fernando Quintero capitalizó con el tercer tanto.
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La confianza de Pékerman está puesta 100% en Yerry, sin importar la falta de minutos en el Barça. Pero Mina también sabe demostrar con sus actuaciones que no le tiembla el pulso cuando de ser líder se trata. Su buen nivel sigue intacto.