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Que Riqui Puig juega poco es obvio. El de Matadepera sigue esperando su momento en el primer equipo del Barça, al que llegó con Valverde y donde ya ha convivido con cuatro entrenadores. El ‘Txingurri’ le hizo debutar con solo 19 años y con él dio sus primeros pasos, demostrando un talento que le valió todo tipo de elogios. El futuro era suyo.
Con Quique Setién jugó la mitad de los partidos y su ostracismo arrancó con Koeman. Al holandés nunca le gustó:cada maestrillo tiene su librillo. La llegada de Xavi parecía un soplo de aire fresco para el canterano, pero las circunstancias mandan y Pedri, Gavi y Nico han sabido aprovechar la ocasión para pasar por delante suyo. En un club cuyo entorno te encumbra en dos días y te entierra con la misma celeridad, la mejor opción es mantener la calma y seguir trabajando. Eso es lo que está haciendo Riqui Puig. En ese sentido, Xavi está encantado con él, entiende que lo está dando todo en cada entrenamiento y le ha animado a seguir así. El jugador ha respondido acudiendo a las sesiones voluntarias. El técnico le ha hecho ver que la competencia en la medular es feroz, pero cuenta con él y le pide que no se rinda. Paciencia.