Estados Unidos a los pies de David Villa. Asistencia en el debut hace una semana en Orlando y primer gol oficial del New York City en el Yankee Stadium. Liderazgo y compromiso. Capitán y líder, el asturiano ha superado las mejores expectativas que pudieron crearse cuando se comunicó su incorporación al nuevo club a la sombra de Frank Lampard.
El fichaje de Villa fue recibido en la MLS con menos fanfarria que el de Lampard. Con mucho menos que el de Kaká, por supuesto, y con un punto, incluso, de reservas por desconfiar del rendimiento que pudiera ofrecer a sus 33 años. Dos partidos oficiales con el New York City han bastado para convertir las dudas en certezas y considerarle, por aclamación, el crack más destacado en este comienzo de temporada.
Si Kaká tuvo una feliz actuación en la victoria del Orlando City en Houston (0-1), Villa fue providencial en el triunfo del New York City frente al New England Revolution, subcampeón de la MLS y que cayó por 2-0 ante 43.000 entregados hinchas a los que el asturiano agradeció especialmente su ánimo "por el frío que hacía en el ambiente".
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Villa marcó el 1-0 a los 20 minutos con un duro disparo cruzado tras una extraordinaria jugada que comenzó él mismo y asistió a los 84 a Patrick Mullins para cerrar el marcador, siendo proclamado el mejor jugador del partido y despedido con una gran ovación por los aficionados.