El triunfo del Barça ante el Rayo Vallecano trajo aparejado un nuevo récord de imbatibilidad para Claudio Bravo. Aunque el meta chileno y Luis Enrique Martínez matizaban la trascendencia del dato, el hecho de superar una marca que databa de la campaña 1977-78, 37 años atrás, no puede ser desdeñada.
Pello Artola, uno de los porteros míticos para el barcelonismo, mantuvo su meta a cero desde el arranque del campeonato hasta la séptima jornada de aquella Liga, cuando encajó el tanto de Verde a los 20 minutos del Hércoles-Barça (2-1), sumando 560 minutos.
Ahora, Bravo lo ha dejado en 630 minutos tras el 0-2 ante el Rayo Vallecano y en el Barça-Eibar de la próxima jornada puede estirar la cifra hasta los 720 si es capaz de seguir sin encajar.
Por supuesto que aún le quedaría muy lejos la marca de Abel Resino, que bajo los palos de la portería del Atlético de Madrid llegó a los 1.275 minutos en la campaña 1990-91. Pero Claudio tiene 'a tiro' los récords de Diego Alves, Víctor Valdés, Abelardo González y Emilio Isierte (ver gráfico).
Es evidente que un récord de imbatibilidad es un asunto menor cuando se habla de conquistar la Liga, pero también es cierto que cuando se está forjando un nuevo proyecto son detalles así los que ayudan a reafirmar a los técnicos y permiten que los jugadores se impliquen aún más en el proyecto.
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Es indudable que el Barça ha ganado solidez defensiva en la campaña 2014-15 y ese es el aspecto fundamental para el equipo; pero la posibilidad de seguir agrandando un registro que ya es histórico -ningún otro club de la Liga se ha mantenido tantas jornadas invicto en el arranque de campaña- y acercarse a las cifras de algunos mitos como Víctor Valdés, Luis Arkonada o Miguel Reina es un caramelo demasiado apetecible como para que Claudio Bravo no quiera conseguirlo.