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El tono de las declaraciones de exfutbolistas y directivos del Bayern refiriendose a los cuarto de final de la Champions League que el Barça dirimirá este viernes ante el conjunto bávaro han sorprendido al vestuario del Barça.
Y no solo puede hablarse de sorpresa. Los blaugrana han recibido con indignación las bravuconadas que señalan al Bayern como claro favorito, menospreciando sin pudor la calidad del Barça.
Nada más conocerse el cruce entre Barça y Bayern, Lotthar Matthaus, no tuvo reparos en asegurar que "el Bayern debería equivocarse y hacer muy mal las cosas para perder contra el Barça". Un día después aún iba más lejos con un tan concluyente como doloroso: "El Barça no me da miedo. No es el de antes".
Otro exfutbolista del campeón alemán, Giovane Elber, ha minimizado la figura de Leo Messi en comparación a la de Robert Lewandowski: "Lewandowski es mejor que Messi en estos momentos".
Pero no solo exfutbolistas han lanzado dardos envenenados a la plantilla del Barça. El propio presidente del Bayern, Karl Heinz Rummenigge ha menospreciado al portero blaugrana, Marc André Ter Stegen, del que dijo que "aún no está dentrode la clase mundial".
Parece como si hubiera una estrategia preconcebida para sembrar el nerviosismo en las filas barcelonistas, al más puro estilo Jose Mourinho.
Los bávaros han jugado la carta de la polémica para intentar que el Barça salte al terreno de juego ansioso y acelerado, lo que jugaría en favor del equipo que dirige Hansi Flick.
Acostumbrado a las guerras con el Real Madrid de Mourinho, el vestuario del Barça sabe que lo mejor en estos casos es hacer caso omiso a las provocaciones y seguir las enseñanzas de Pep Guardiola.
En vísperas de una semifinal de la Champions League contra el Real Madrid que Mourinho calentó más de la cuenta, Guardiola compareció en rueda de prensa para decirle al portugués que el Barça respondería sobre el terreno de juego. Y así fue. El Barça se impuso por un contundente 0-2.
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El vestuario blaugrana ha decidido seguir ese camino y se ha conjurado para hablar sobre el césped. Así, no habrá respuesta pública a la prepotencia alemana. La plantilla del Barça ha decidido centrarse en preparar bien el partido, convencida de que es el mejor camino para alcanzar las semifinales.