Umtiti y Fekir, vidas paralelas

Las de Samuel Umtiti y Nabil Fekir son, en gran parte, vidas paralelas. Viejos amigos de las categorías inferiores de la selección francesa y del Olympique de Lyon, el azulgrana y el bético se reencontrarán este domingo en el Benito Villamarín. El escenario actual, marcado por los protocolos de la COVID-19, hará que no tengan mucho tiempo para ponerse al día. Cuando se pregunten qué tal les va, su respuesta podría ser prácticamente la misma, y es que a ambos les une una circunstancia: unos problemas de rodilla que, de no haber exisitido, les habrían permitido apuntar hacia retos mayores.

Umtiti y Fekir, nacidos ambos en 1993, se conocieron en 2005 cuando el Olympique de Lyon incorporó al atacante para su equipo juvenil. Por aquel entonces, Samuel ya llevaba tres años en el club, donde, por cierto, se había iniciado también como delantero. Progresivamente, el ahora central fue retrasando su posición hasta acabar como zaguero.

Ambos compartieron dos temporadas en el fútbol base del OL antes de que Fekir tuviera que buscarse la vida fuera del club. En edad de crecimiento, el ahora jugador del Betis sufría dolor e hinchazón en su rodilla a causa del síndrome de Osgood-Schlatter, motivo por el que el club le abrió la puerta de salida. Entre los 14 y 18 años, Nabil defendió las camisetas del FC Vaulx-en-Velin y AS Saint-Prest. El primero de ellos era el equipo en el que el atacante ya había estado antes de fichar por el Olympique de Lyon. Mientras Umtiti crecía en el club, Fekir tenía que hacerlo fuera para poder volver, algo que sucedió en 2011.

Ambos militaron en el filial del OL en el curso 2011-2012, aunque Samuel, el alumno aventajado, se instaló en dinámica de primer equipo a mitad de temporada. Fekir tuvo que esperar a 2013 para obtener su sitio en la primera plantilla. Desde entonces y hasta 2016, Umtiti y Fekir serían parte importante del cuadro galo.

Igual que fue primero en llegar, Samuel fue primero en irse. En verano de 2016, el central fichó por el Barça. Fekir siguió hasta verano de 2019, cuando se comprometió con el Betis tras haberse frustrado su traspaso al Liverpool. El motivo, una antigua lesión de rodilla que hizo que los británicos descartaran a última hora su contratación.

En el Betis, Fekir ha protagonizado grandes exhibiciones pero los que le conocen no dudan en asegurar que, de no haber arrastrado problemas en la rodilla, su carrera habría apuntado mucho más alto. Y es que, por calidad, el atacante represente uno de los mayores talentos galos de los últimos años.

También Umtiti sabe lo que supone que la rodilla frene tu trayectoria. El central se había asentado en el Barça y la selección gala como titularísimo, pero los problemas físicos le han mermado hasta tal punto que tiene dificultades para enlazar varios partidos seguidos. Samuel no se ha rendido y trabaja a destajo para seguir siendo de utilidad para el conjunto azulgrana.

Quizá cuando ya despuntaba en el Olympique de Lyon, Fekir soñaba con algo más que jugar en el Betis, pero en Sevilla ha encontrado su sitio y disfruta del fútbol a la vez que hace disfrutar. Por su parte, la situación de Umtiti es más incierta y su futuro en el Barça parece complicado. Quien sabe si, una vez más, la vida volverá a juntarlos en un mismo equipo.