Trece goles anulados por fuera de juego a los rivales del Barça de Flick

El beso al escudo de Jofre en el derbi, la vaselina burlona de Mbappé o el avión de Kane en su 'primer' tanto del empate en Montjuïc. La nueva normalidad en el Barça de Hansi Flick es que sus rivales tienen que esperar al VAR para poder celebrar los goles. Son 13 los tantos anulados por fuera de juego a los oponentes del conjunto blaugrana, desquiciados con su táctica, con el alemán en el banquillo.

El carrusel de goles anulados a los rivales del Barça arrancó en Vila-real. Un tanto a Yeremi Pino que abría la lata en La Cerámica. Desde entonces, tres anulados al conjunto groguet, uno al Mónaco, dos al Alavés, uno al Sevilla, uno al Bayern, dos al Real Madrid... y ahora dos al Espanyol.

Y en las doce jornadas ligueras celebradas hasta el día de hoy, el Barça es el equipo que más fueras de juego ha provocado en sus rivales, con un total de 84 (siete en el derbi). Según los datos de 'MisterChip', el segundo es Osasuna (35) y les siguen Athletic (27), Las Palmas (27) y Valencia (27).

El VAR, y el fuera de juego semiautomático, es el mayor aliado de Hansi Flick. Ocho de los trece goles anulados habían sido concedidos en primera instancia. "También es parte del juego y hay que tenerlo en cuenta. Creo que en la segunda mitad no hemos presionado bien al jugador que disponía el balón y por eso nos han creado ocasiones", dijo el alemán tras el derbi.

Todo ello es la consecuencia de una de las señas de identidad del nuevo Barça, que celebra cada fuera de juego casi como un gol. Un equipo que presiona muy arriba y que, por lo tanto, debe tener también la defensa muy avanzada para tener las líneas juntas.

Un riesgo que asumen los azulgranas gracias, especialmente, a la precisión de su intocable pareja de centrales formada por Iñigo Martínez y Pau Cubarsí.

Iñigo y Cubarsí marcan la línea

"Obviamente, se sufre, cuando tienes delanteros rápidos delante que saben cómo juegas y ves 50 metros a tus espaldas... Claro que se sufre, no es sencillo. Pero cuando uno se compenetra así de bien, los cuatro de atrás tenemos total seguridad de que caerán en fuera de juego nueve de cada diez veces", explicaba esta semana Iñigo Martínez en una entrevista exclusiva en SPORT. "Nosotros nos arriesgamos, esa es nuestra manera de jugar. Nos está yendo bien y así seguiremos".

Y en la misma línea habló Pau Cubarsí en RAC1: "Cuando lo veo desde fuera pienso 'uf, aquí un balón a la espalda nos puede hacer daño', pero en el campo confías en la línea y en tus compañeros. Si todos vamos a una, se quedarán en fuera de juego". Destacó que esto requiere "mucha concentración, coordinación y, sobre todo, comunicación".Esta es la clave