Desde hace varios años es habitual que los futbolistas de élite completen el trabajo diario con sus respectivos clubs con profesionales externos. Cocineros, psicólogos, nutricionistas, fisios y entrenadores personales complementan la labor que se hace en el día a día de los entrenamientos. En la plantilla del Barça son muchos los jugadores que echan horas extra cuando abandonan la Ciutat Esportiva.
Uno de ellos es Raphinha, que, desde su llegada al Camp Nou, se ha puesto en manos de la empresa Global Performance, que también asesora a Franck Kessié y cuya nómina de clientes también cuenta o ha contado con Adama Traoré, Aleñá o Eric Bailly.
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Uno de los objetivos que se ha marcado el internacional brasileño es potenciar su musculatura a nivel de isquios, cuádriceps y gemelos. Para ello está realizando un trabajo específico con el que espera aumentar su potencia y velocidad, dos virtudes imprescindibles para la posición de extremo. La implicación de Raphinha para mejorar su aportación al equipo que dirige Xavi Hernández es innegociable y el delantero no escatima horas para lograr sus objetivos.