Cuando el tiempo reglamentario llegó a su fin en el Camp Nou, el cartel de cuarto árbitro dictaminó que se añadirían 9 minutos. Descuento largo, similar a los del Mundial de Qatar, cuya explicación radica en el escaso tiempo efectivo que se disputó en la segunda parte del derbi. En total, se perdieron 19 minutos y 20 segundos, tiempo récord en la categoría.
Esta excesiva cantidad de tiempo añadido responde a la actuación de Mateu Lahoz, principal responsable de un arbitraje muy polémico. El colegiado valenciano mostró 14 amarillas y dos rojas en un partido ni mucho menos bronco, y las revisiones en la sala VAR, siendo la anulación de la tarjeta roja a Cabrera la más extensa, también supusieron una pérdida de tiempo significativa.
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El tramo con menos tiempo efectivo disputado se encuentra a partir del minuto 73, cuando Joselu firmó las tablas desde los once metros. Desde ese momento, se mostraron 8 amarillas y 2 rojas, se produjeron tres ventanas de cambios y se detuvo el juego debido a las revisiones en la sala VAR.