Marc-André Ter Stegen juega la Champions con el doble de presión que sus compañeros. Mientras a Alba o Mascherano, aunque el equipo caiga eliminado en Europa, le seguirán quedando partidos importantes que jugar esta temporada, el meta alemán diría prácticamente adiós a la temporada.
Claudio Bravo es el portero de la Liga y el ex del Borussia Monchengladbach juega la Champions y la Copa. Teniendo en cuenta que del torneo del KO que homenajea al monarca español solo queda disputarse la final, cada encuentro europeo es, para Ter Stegen, una auténtica final. O sigue adelante o se olvida de volver a situarse bajo palos esta temporada. Por lo menos hasta el 22 de mayo, cuando Sevilla y Barcelona luchen por el título copero en el Vicente Calderón.
El portero alemán ha disputado hoy un partido correcto, sin alardes. Le han disparado una vez a puerta y ha encajado un gol. Poco podía hacer ante el disparo seco y colocado de Elneny, que ha logrado el empate y dado un poco de emoción a la eliminatoria, decidida en el partido de ida en el Emirates Stadium.
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Ter Stegen no quiere ser llamado el portero del futuro, pero, le guste o no, lo es. También del presente, puesto que, cada vez que se coloca bajo palos, rinde al nivel que se espera de un portero titular para el Barcelona. Su problema es que Claudio Bravo juega la Liga y él quiere jugarlo todo. De momento todo se aguanta con pinzas, pero una cosa es irrefutable: el alemán tiene 23 años y el chileno, 32. Y si ambos son válidos para jugar en el Barcelona, tener en cuenta quién puede tener un recorrido largo en el club debería, por lo menos, tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones.