En los peores momentos, el Barça juega con una bola extra, una vida más, un comodín al que recurrir cuando las cosas se complican: Marc André ter Stegen es todo un seguro de vida, ante rivales grandes o pequeños, con o sin público, antes y después de la pandemia.
Lo volvió a demostrar en Sevilla, ante uno de los ataques más potentes del campeonato. El alemán, que tuvo una primera parte relativamente plácida, dadas las características del Sevilla, tuvo que aparecer cuando en el arranque de la segunda, el Sevilla se lanzó a por el partido.
Salió dormido el Barça del descanso, y a punto estuvo de ir por debajo en el marcador, pero Ter Stegen supo cerrar su portería a tiempo.
una mano espectacular
Su acción más destacada -y la más espectacular- llegó en el minuto 54, tras un despiste de la defensa azulgrana que permitió a Jesús Navas progresar por su banda, sacar una falta a Braithwaite, sacarla rápidamente y habilitar a su compañero Lucas Ocampos.
El argentino, con poco ángulo pero muy cerca de Ter Stegen, chutó sin pensárselo dos veces, al palo corto, intentando sorprender al portero del Barça. Parecía gol porque era imposible reaccionar a tiempo, pero el alemán sacó su mano izquierda, impecable ante el potente disparo de Ocampos.
Poco después, Ter Stegen también rechazó un disparo del ex azulgrana Munir desde media distancia, uno de esos chuts que se envenenan y acaban convertidos en un auténtico dlor de cabeza para los porteros.
El tono del Barça bajó mucho durante la segunda parte: del bajón general se salvaron pocos jugadores, entre ellos Ter Stegen, que ha regresado del parón a un gran nivel.
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De hecho, el Barça encadena por primera vez esta temporada cuatro partidos sin encajar goles: ante la Real Sociedad, antes de la pandemia (1-0), el 0-4 ante el Mallorca en Palma, el 2-0 frente al Leganés en el Camp Nou y la visita sin goles al Sánchez Pizjuán. El próximo reto, el partido ante el Athletic de Bilbao en el Camp Nou.