Luis Suárez lo volvió a hacer. El uruguayo apareció cuando más lo necesitaba el equipo y logró devolver al Barça a la senda del triunfo, aunque de poco serviría tras el gol de Iago Aspas en los minutos finales que dejaría en tablas el resultado del partido.
El gol llegó en una de esas actuaciones de Suárez en las que parece no encontrarse cómodo. En las que parece enfadado con el mundo. Pero también en partidos donde termina recomponiéndose con goles que valen puntos.
El uruguayo fue sustituido en el minuto 80 por Griezmann. Cansado, pero satisfecho tras marcar dos goles. Los dos primeros desde el pasado 4 de enero, la fecha en la que marcó su último gol con la camiseta azulgrana. Antes de caer lesionado. Y antes del parón de la competición.
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Necesitaba sus goles el Barça. Y hoy han llegado por par doble. Pero el gol de Aspas de falta devolvió el empate en el marcador y neutralizó los méritos del Barcelona.