Sergio González tiene la salvación del Cádiz entre ceja y ceja. El de la Tacita de Plata es el tercer banquillo de su carrera profesional, después de una larga trayectoria -Espanyol, Depor y Levante- en los terrenos de juego.
Con el Espanyol no pudo ser profeta en su tierra, lo salvó holgadamente la primera temporada, la 2014-15, pero fue destituido sin paciencia en la segunda. Valladolid fue una montaña rusa de sensaciones. Ascendió a Primera y lo mantuvo en la élite durante dos temporadas, pero a la tercera no pudo evitar el descenso. Este enero asumió el reto de sacar del atolladero a un Cádiz que era penúltimo y en el que el anterior técnico, Álvaro Cervera, había dejado un sello muy personal tras seis años.
Rival y compañero de Xavi Hernández
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El balance liguero de Sergio es de tres victorias, cinco empates y dos derrotas que incluso le permitieron salir del descenso, aunque el equipo amarillo ha vuelto a caer y ahora está a un punto de la salvación. Como entrenador, perdió los ocho partidos en los que se enfrentó al Barça, aunque como futbolista disputó 25 encuentros en los que marcó cuatro goles y repartió tres asistencias. Con Xavi Hernández se enfrentó en 17 ocasiones y jugaron juntos con España y Catalunya. Este lunes se reencontrarán.