Con siete apercibidos en el FC Barcelona en el partido de ida de cuartos de final de la Champions League contra el PSG, era difícil que el cuadro azulgrana pudiera salvar a todos sus efectivos. De los siete, cuatro salían de titulares (Sergi Roberto, Lamine, Araujo y De Jong). Christensen, Ferran y Joao Félix, en el banquillo.
El Barça sufría en los primeros minutos ante el empuje de un cuadro parisino que cargaba mucho el juego sobre la banda de Dembélé. Un par de disparos a puerta con cierto peligro, pero sin oportunidades claras para los de Luis Enrique. Pero el cuadro de Xavi se fue recomponiendo, ganando terreno y acumulando más posesión. Y, por consecuencia, generando más ocasiones.
CONTRA PELIGROSA
Lewandowski tenía una clarísima a la salida de un córner en el que 'cantaba' Donnarumma. Mendes sacaba bajo palos. Hasta que en el 36' anotaba Raphinha tras dejar un rebote muerto el portero italiano del PSG. Y en una acción posterior, salía al contraataque con peligro Marco Asensio. Y Sergi Roberto, uno de los apercibidos, tenía que pararlo. Se lleva acto seguido las manos a la cabeza, consciente de que era una entrada de falta. Y de perderse el partido en Montjuïc.
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Es la tercera tarjeta que ve en Champions el de Reus tras verla contra el Amberes en Bélgica y en Oporto. En la segunda mitad quien paraba una contra (una pérdida). Sombrero de Zaire-Emery a Pedri y el danés aparecía para cortar por lo sano ante la mirada de Anthony Taylor. Le mostraba la amarilla y tampoco estará en la vuelta. Baja muy sensible.