Sergio Roberto sabe que esta temporada será diferente para él. Luis Enrique lo utilizó gran parte de la pretemporada como lateral derecho y, en el debut con victoria del FC Barcelona en Liga ante el Athletic Club, sucedió exactamente lo mismo.
No fue titular y tuvo que esperar su momento como casi siempre. Ese momento llegó muy temprano, en el minuto 19, después de la desafortunada lesión de Dani Alves tras un choque con Aritz Aduriz. El centrocampista de Reus salió como enchufadísimo y no dejó de aportar, tanto individual como colectivamente, en favor del equipo.
Todo lo que hizo, lo hizo a la perfección. Motivado por su nuevo reto, Sergi Roberto se convirtió en el amo y señor del carril derecho con sus incisivas subidas creando muchísimo peligro en la zona de ataque azulgrana incluso, en la segunda parte, llegó a estrellar un balón a la cruceta que hubiese significado el 0-2 en el marcador. En la faceta defensiva, estuvo presente en todas las coberturas y rayó a un gran nivel con la visión extra que le da ejercer, habitualmente, de centrocampista.
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Tras el partido, el canterano no tuvo problemas en admitir que le gusta su 'nueva' demarcación: “Me he sentido muy cómodo y creo que he hecho un gran partido y que he ayudado al equipo en lo que he podido”. Bendita solución para el técnico asturiano porque se ha convertido, sin duda, en el comodín perfecto para el lateral derecho. Lo demostró, y con creces, este domingo en La Catedral.